Los latinos, que hace apenas un año eran los consumidores más buscados para inscribirse y obtener cobertura a través de los mercados de seguros creados por la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), puede que este año sean los grandes ausentes.
Navegadores y activistas comunitarios temen que el enfoque de la administración Trump —dejar que el Obamacare se vaya muriendo, quitar fondos y reducir el tiempo del período abierto de inscripción, entre otras medidas— pueda revertir los logros alcanzados en el número de latinos con cobertura de salud.
Los latinos fueron el blanco de los esfuerzos de la administración Obama, porque la comunidad tiene una alta tasa de no asegurados, y también porque una larga proporción es joven y bastante saludable, un detalle muy apreciado por las aseguradoras para balancear el gasto que generan los pacientes mayores y más enfermos, de hecho los que se inscriben con más facilidad.
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Cerca de un millón de personas que se identificaron como latinas o hispanas se inscribieron para tener planes de salud a través del mercado de seguros en el período de inscripción anterior, que terminó el 31 de enero de 2017, componiendo una décima parte de los consumidores. La tasa de personas sin seguro entre los latinos bajó de 43% en 2010 a menos del 25% en 2016. Pero todavía millones son elegibles y permanecen sin seguro.
Un período de inscripción más corto y recortes en los fondos federales para publicidad y para los grupos de navegadores —expertos en el mercado de seguros que ayudan a registrarse—, potencialmente pueden reducir de manera drástica la inscripción de latinos.
En los 39 estados que usan el sitio internet federal la inscripción empieza el 1 de noviembre y termina el 15 de diciembre, cerca de un mes y medio más corta que el período anterior. Algunos estados que gerencian sus propios mercados de seguros han extendido la inscripción hasta el 31 de enero.
Claudia Maldonado, directora de programas de Keogh Health Connection, una organización que conecta a personas vulnerables con servicios de salud en Phoenix, Arizona, dijo que la incertidumbre domina estos días. “Estamos listos, porque sabemos que va a ser un período abierto de inscripción difícil”.
Oficiales federales dijeron que el sitio internet para inscribirse en español, cuidadodesalud.gov, va a estar operando de nuevo esta vez, pero sufrirá los mismos cierres por mantenimiento programados para su hermano anglo, healthcare.gov.
Los Centros para Servicios del Medicare y Medicaid (CMS, por sus siglas en inglés), que gerencian los mercados de seguros federales por web, anunciaron el mes pasado que los sitios estarían “cerrados por mantenimiento” la mitad del día los domingos, durante el período abierto de inscripción. Los estados que manejan sus propios mercados, como California y Nueva York, no se verán afectados por estos cierres programados.
En la oscuridad
Es desafortunado que la interrupción del servicio de cuidadodesalud.gov sea los domingos, dijo Daniel Bouton, director de servicios de salud en el Community Council of Greater Dallas, en Texas, una organización sin fines de lucro que ayuda a los latinos a inscribirse para tener atención de salud. “El día que los hispanos van a la iglesia, en donde están todos juntos y en donde los ayudamos a inscribirse en períodos anteriores”, agregó.
“Las personas quieren tener resuelto el tema de su cobertura de salud”, expresó Anne Packham, directora del proyecto de mercados de seguros en Covering Central Florida, una organización con sede en Orlando, Florida. “Y todos los anuncios sobre el Obamacare los frustran”.
Inscribir a un consumidor en el mercado no es un proceso de 10 minutos. Una familia puede comprar un plan de salud en el sitio internet, o averiguar si algunos de los miembros son elegibles para el Medicaid o para CHIP, el programa federal de salud infantil con base en los estados para familias de bajos ingresos, pero que ganan demasiado para calificar para el Medicaid. La sesión con un navegador, expertos que han ayudado a millones de latinos a inscribirse en todo el país, puede llevar una hora y media o más.
Muchos hispanos prefieren inscribirse para cobertura en persona, con un navegador entrenado, dijeron muchas personas con experiencia en ayuda a consumidores.
En un correo electrónico, los CMS dijeron que los cierres de los sitios internet no afectarán el flujo de inscripción y que el centro de llamadas federal para responder preguntas de consumidores y navegadores “continuará asistiendo a las personas”.
“Es importante destacar que la duración potencial de los cortes es el máximo tiempo permitido para mantenimiento; pero podrían ser más cortos”, agregaron en el correo.
Un sitio alternativo
El sitio internet en español tuvo un comienzo accidentado cuando se lanzó el Obamacare en 2013: abrió dos meses después que la versión en inglés. Sin embargo, los navegadores dicen que cuidadodesalud.gov a menudo ha servido como el “último recurso” para todos los consumidores, latinos o no, cuando tenían problemas con el sitio en inglés.
“En períodos de inscripción anteriores, muchas veces cuando healthcare.gov estaba caído, el sitio en español no lo estaba”, comentó Bouton.
Recursos
Preguntas y respuestas frecuentes:
Centro de llamadas, disponible las 24 horas, los 7 días de la semana: 1-800-318-2596
“Los navegadores son bilingües y generalmente usan el sitio en inglés, pero cuando éste no está funcionando bien, terminan el proceso de inscripción en cuidadodesalud.gov, que generalmente funcionó mejor [que healthcare.gov] en años anteriores”, dijo Julia Holloway, directora de desarrollo de programas y servicios de navegadores para Affiliated Service Providers of Indiana, en Indianapolis. Oficiales federales le anunciaron que su programa tendría 82% menos dinero para navegadores durante este período de inscripción.
El menor flujo de consumidores en cuidadodesalud.gov ha hecho que la versión en español sea tecnológicamente más estable.
Como ejemplo, desde noviembre de 2015 hasta el 2 de enero de 2016, cerca de 20 millones de personas usaron healthcare.gov, comparado con 953,708 que navegaron cuidadodesalud.gov.
Miedo a las deportaciones
Edgar Aguilar, gerente de programas en Community Health Initiative, una crimson de organizaciones de base en California que asiste con el proceso de inscripción para tener cobertura, dijo que, aunque California no enfrente algunos de los obstáculos que tendrán los estados que usan el mercado de seguros federal, la inscripción este año va a ser un desafío.
Aguilar está a cargo de la operación en el condado de Kern, en el Valle Central, que cuenta con una alta población de latinos que trabajan en granjas y cultivos.
“Tuvimos éxito inscribiendo a latinos en el pasado, el porcentaje de latinos sin seguro en el condado es de menos del 8%; pero la confusión sobre lo que está pasando con el Obamacare y el miedo a tener problemas migratorios, hace que las personas lo piensen dos veces antes de renovar un plan de salud o inscribir a sus hijos en el Medicaid o en CHIP”, explicó.
Navegadores encuestados para esta historia dijeron que han sentido más tensión este año, en los días previos a que comience el período abierto de inscripción.
En agosto, miembros hispanos del Congreso enviaron una carta al Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS, por sus siglas en inglés) pidiendo un compromiso para que los latinos siguieran inscribiéndose. Una vocera del caucus dijo que un representante del HHS prometió organizar una reunión sobre el tema, pero ésta nunca se concretó.
Un obstáculo para la inscripción es el miedo a las deportaciones. Los inmigrantes indocumentados no tienen derecho a comprar un seguro de salud a través de los mercados de ACA, pero hay miles de familias con estatus migratorio mixto, y los defensores temen que puedan dudar en comprar un seguro o solicitar subsidios para ayudar a pagar la cobertura.
“Desde que asumió el nuevo gobierno, cuando aumentaron las redadas y se puso en peligro el estatus de los ‘Dreamers’ (jóvenes que fueron traídos al país sin papeles cuando eran niños), las personas comenzaron a cancelar sus citas con los navegadores, y dejaron de inscribir a sus niños en el Medicaid o en CHIP”, aseguró Bouton.
Sin embargo, los navegadores dijeron que no se dan por vencidos. “Seguimos haciendo llamadas. Tenemos la misma meta de inscribir a más personas”, dijo Maldonado. Su organización está operando con 30% menos de presupuesto para navegadores. En su estado, Cover Arizona, una crimson de entidades sin fines de lucro, continúa organizando eventos, repartiendo folletos y llamando a las personas para alentarlos a que se inscriban.
“Tuvimos que cortar el presupuesto para publicidad, pero otra organización que tiene un poco más de dinero nos ayuda repartiendo nuestros materiales”, dijo Bouton. Más que nunca, dicen los navegadores, el foco está puesto en el trabajo en equipo.
“Somos apasionamos en lo que hacemos, y vamos a tratar de inscribir a la mayor cantidad de gente posible”, concluyó Holloway.
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